Entrevista a Diego Barriga Gerente de Bonafru.

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"bonafru"Diego Barriga es una voz con experiencia dentro del sector. En 1990 entró en Bonafru para supervisar labores administrativas. Poco tiempo después, pasó a ser director financiero y de Administración, hasta que a mediados de los años 2000 asumió la gerencia de esta cooperativa de Bonares con casi 30 años de historia que forma parte de Onubafruit.

“El agua superficial es imprescindible para nosotros y afortunadamente, viene en camino”

 ¿Cómo se gestiona una cooperativa como Bonafru?

Es muy complicado, sobre todo porque tenemos la particularidad de contar con socios muy pequeños, con un tamaño medio aproximado de 3,5 hectáreas y, si tenemos en cuenta que algunos tienen 10, los hay todavía más pequeños.

¿Eso es bueno o malo?

Por lo general, la estructura de coste de un socio pequeño es considerablemente más alta. Además, tiene otra particularidad: una buena parte de su rentabilidad la basa en su propio trabajo, es decir, acostumbra a ir todas las tardes al campo a trabajar realmente, no a supervisar, para sacarle más horas al día en busca de una mayor rentabilidad, por lo que evita emplear a otra persona. En los años difíciles de mano de obra hemos tenido menos problemas porque utilizábamos mucha mano de obra familiar y, sin embargo, ahora mismo estamos en peores condiciones que cualquier empresa grande ya que ésta tiene más facilidades para conseguir grandes grupos de personal que nuestros agricultores porque, por ejemplo, cuenta con viviendas en campo mientras que aquí no todos la tienen.

En Bonares hemos sufrido históricamente la falta de agua…

Aquí la escasez de agua es manifiesta, mucho más que en otras zonas del Condado. Ahora mismo, a principios de año, ya estamos con mucho miedo a que nos falte. Afortunadamente, el agua superficial viene en camino y para nosotros es imprescindible.

¿Qué tiene de bueno formar parte de Onubafruit?

Somos seis empresas, todas ellas de economía social y de tamaño relativamente reducido, lo que nos permite aglutinar volúmenes y esfuerzo. Somos, con diferencia, los primeros productores de frambuesa y estamos en el conjunto de los actores más grandes de la fresa, lo que hace posible que tengamos más fuerza y poder de negociación y, además, que podamos ofrecerle al cliente más comodidad y un mejor servicio.

¿Echa en falta una mayor concentración de cooperativas?

Sí, no sólo una mayor concentración sino también una mejor coordinación de todo el sector de cara a determinados temas, como la política de envases, de tratamiento de clientes, de servicios, etcétera. Existen foros donde debatimos todos conjuntos, como Freshuelva o Interfresa, pero necesitamos que los acuerdos de coordinación se lleven a cabo porque la normativa está cada vez más dispersa y las grandes superficies imponen todo tipo de requisitos, algo a lo que no podemos enfrentarnos a título individual.

¿No se ha avanzado en esta coordinación en los últimos años?

En su día se avanzó mucho pero últimamente estamos muy parados y volvemos a dispersarnos. Estamos viendo cómo cada supermercado impone sus propias normas de certificación, sus límites de residuos, requisitos de etiquetado y empaquetado… Y esto nos lleva a una dispersión que se traduce en costes, y estos costes son pérdidas para el agricultor, que es para quien trabajamos.

¿Qué frena una mayor coordinación?

Sinceramente, no le encuentro una explicación. Hay veces en las que tenemos puntos de vista diferentes; otras nos creemos los suficientemente fuertes; algunos tenemos clientes con ciertas particularidades con los que no queremos enfrentarnos…

¿Cómo ve el sector dentro de diez años?

El agricultor cada vez estará mejor preparado profesionalmente, reduciremos aún más el uso de fitosanitarios, seremos más eficientes con el agua y, probablemente, buscaremos reducir costes. Dentro de diez años, el panorama del sector no se va a parecer a este, aunque no sabría decir cómo será. Nunca se sabe. Por ejemplo, siempre pensamos que con la irrupción de Marruecos estaríamos condenados a desaparecer y, de momento, año tras año, seguimos manteniéndonos e introduciendo nuevos cultivos.

¿Cómo ha empezado la campaña?

La de frambuesa comenzó con dificultades, tuvimos un adelanto en la producción, por lo que coincidimos con la competencia en Europa Central e Inglaterra. En fresa la hemos adelantado casi un mes. A la campaña actual debemos tenerle mucho respeto debido a la situación económica ya que hablamos de un producto de alto precio que se mueve en un mercado en el que está cayendo el consumo. No obstante, el adelanto de campaña puede ser favorable porque evita puntas de producción en determinadas fechas.