Hace poco se ha celebrado las elecciones en Cataluña. En concreto el pasado domingo día 27 de Septiembre los ciudadanos electores de esa Comunidad Autónoma fueron convocados y acudieron a votar en un alto porcentaje 77,46% del censo. La mayor participación de los catalanes en unas elecciones autonómicas, para oficial y legalmente elegir al nuevo Parlamento de Cataluña. Otra cosa es lo que el nacionalismo catalán quiera decir.
Sin embargo es de todos conocidos que estas elecciones estos nacionalistas la han convertido según ellos en un plebiscito de apoyo a la independencia de Cataluña.
Para este fin los partidarios de la segregación han unido fuerzas políticas dispares como Convergencia Democrática de centro-derecha y Ezquerra Republicana en teoría de izquierda, junto a otras personas hasta hace poco perteneciente a Iniciativa por Cataluña también de izquierda, lo que se dice todo un gazpacho.
Aun siendo esto así los electores en mayoría le han dado su apoyo a esta más que rara coalición obteniendo esta 72 escaños en el Parlamento Catalán. Sin embargo no ha sido así en cuanto al número de votos alcanzado, es decir en el plebiscito que ellos han planteado, donde la mayoría de los votos emitidos 51,60% frente al 47,87% ha correspondido a los partidos que defiende la unidad de España y de ello deben de tomar buena nota los defensores de la separación.
Junto a esto están las leyes actuales reflejadas en nuestra Constitución, que mientras estén en vigor debemos de respetarlo y más aún por parte de los representantes públicos, así es como se mantiene y fortalece el sistema democrático que tanto esfuerzo costó conseguir.
Es verdad que con respecto a Cataluña existen divergencias políticas desde hace años, y que esta se acentuaron con el rechazo de los tribunales y algunos partidos, de la pretendida renovación de su Estatuto de Autonomía. Hecho este que sentó mal a buena parte de la sociedad catalana y que quizá de haber existido una más amplia visión de futuro pudo evitarse, siendo este en mi modesta opinión, una de los motivos que ha propiciado llegar a la situación actual.
Dicho esto y teniendo en cuenta que de lo ocurrido hasta el presente, solo puede servirnos como experiencia, una vez los ánimos se calmen habrá que ponerse a trabajar para buscar una solución a este enconado problema que encaje bien en el conjunto de España.
Siempre se ha dicho que existen doctores para todo, que buscan y encuentran soluciones adecuadas a los problemas, que plantea la sociedad en este caso que termine con el estado de crispación ahora existente.
Esto en su mayor parte corresponde a los representantes públicos, si bien teniendo en cuenta que estamos próximo a la celebración de las elecciones generales, quizá fuera prudente aguardar a la celebración de esta, para seguidamente los nuevos representantes elegidos, coger como vulgarmente se dice el toro por los cuernos, para buscarle una solución a este ya insostenible problema, negociando unos y otros hasta donde sea necesario, modificando leyes, compromisos actuales y otros para conseguirlo.
La principal misión de nuestros representantes elegidos es buscarle soluciones a los problemas que actualmente afecta al país, para eso lo elegimos, así que adelante evitando que el hecho se agrave aún más, teniendo en cuenta las consecuencias que de ello se puede derivar.
Siempre se ha dicho que hablando se entiende la gente y si fuimos capaces de entendernos para hacer la transición política, por qué no lo vamos a conseguir ahora adaptando las leyes a las necesidades que demanda la sociedad española.
En el momento que estamos, el nuevo gobierno que tome las riendas del país tiene junto con el problema de Cataluña otros que atender entre ellos el desempleo, la sanidad, educación, la dependencia, los desahucios, la corrupción, la justicia etc. y esto hace que tenga que actuar sin demora con decisión, seriedad, honestidad y responsabilidad más pronto que tarde. Esperemos que así sea para el bien general del país.
