Hace unos días que falleció Adolfo Suárez González, el hombre que lideró la transición hacia la democracia en España.
Políticamente hablando fue una persona llamémosle “especial” dado su historial político-público.
Es de sobra conocido que Suárez procedía del franquismo puro y duro, donde escaló y ocupó cargos de referencia primero como Gobernador Civil de Segovia y después como Consejero Nacional del Movimiento, Director de Radio-Televisión Española y Ministro Secretario General del Movimiento, el partido único del régimen procedente de la falange.
A continuación muerto ya el dictador y dimitido Arias Navarro al frente de la jefatura del gobierno, el Rey le escoge y nombra Presidente del Gobierno predemocrático para que lidere- impulse la transición democrática en nuestro país, siendo posteriormente elegido por los españoles en dos ocasiones para presidir el Gobierno de España.
Para llevar a cabo esta difícil iniciativa política que el Rey le encomendó contó con los líderes de los partidos políticos, en mayor medida con Santiago Carrillo, Secretario General entonces del Partido Comunista de España y Felipe González que lo era entonces del Partido Socialista Obrero Español y en el ámbito religioso contó con la colaboración del Cardenal Tarancón, Presidente que era de la Conferencia Episcopal Española.
También resalta en su labor la firma del llamado “Pacto de la Moncloa”, base para la normalización de la vida política, social y económica de nuestro país. Compromiso este que actualmente con la grave crisis que atraviesa España, quizá mereciera la pena repetir. Así mismo destaca su actitud ante los hechos del 23-F donde mostró una gran entereza en la defensa de nuestra incipiente democracia.
Sin embargo cuando todo parecía irle bien a este hombre ocurrió que pasó de indiscutible a discutido por parte de todos los sectores políticos, económicos, sociales, religiosas ect y más aún lo fue dentro de su propio partido político que le negó su apoyo, viéndose en la necesidad de presentar la dimisión.
Al mismo tiempo tiene en su contra la actitud de la U.C.D que al menos en teoría el dirija, con respecto al Referéndum para la Autonomía de Andalucía por el artículo 151 de la Constitución Española, primero queriendo colarnos el articulo 143 y luego diciéndole a los andaluces ante de la votación que ese no era nuestro Referéndum y si íbamos a votar que votáramos en blanco.
En esta forma negativa de proceder también Bonares sufrió directamente las decisiones del Gobierno de España que la U.C.D ostentaba y que el dirigió, marginando por completo a nuestro pueblo y Ayuntamiento con respecto al desempleo agrario, inversiones del Estado, de la Diputación Provincial, Gobierno Civil, etc.…situación esta que se produjo bajo su mandato entre 1979 y 1981 y después con Leopoldo Calvo Sotelo hasta 1982. Comportamiento este que a nivel local padecimos injustamente y que protestamos ampliamente.
Como se ve y puede demostrar no fue oro todo lo que relució, pero aún así a nivel personal y por lo que supuso su aportación en la restauración de sistema democrático en nuestro país es por lo que siento su muerte, a la vez que respeto aunque no comparta en parte su actuación pública-política.
Descanse en Paz, Presidente Adolfo Suárez González.
- Juan Coronel Martín