Cada año solo una de las doce cruces, conjuntamente con el Ayuntamiento, es la que organiza las fiestas, pero las demás ayudan y todo el pueblo visita su capilla. No existe rivalidad entre ellas, sino que se festeja la unidad de todo el pueblo.
Tres son los días que ocupan las fiestas. Hay una verbena popular que tiene lugar en la calle de la Cruz que organiza las fiestas después de una misa en honor a ella, y procesión de la misma, principalmente por las calles donde viven sus mayordomos, los Padrinos.
El Padrino y la Madrina, participan en todos los actos y prácticamente bailan con todo el mundo. Es un papel muy destacado que se realiza una vez en la vida y que son elegidos por rotación entre las Doce Cruces.
El siguiente acto es la Romería que se inicia por la mañana con un paseo a caballo de todos los vecinos, ataviados con los trajes típicos, y presidido por la Carreta del Simpecado de la Cruz organizadora, camino de un paraje natural en un paarque de pine, El Corchito. Diferentes grupos pasarán el día en sus parcelas o «ranchitos», celebrando, comiendo y bailando.
El domingo tiene lugar la Procesión de las Doce Cruces por la carrera oficial tras la misa en honor. La procesión finaliza en la Plaza del Ayuntamiento. Las Cruces realizan las tradicionales “Caídas” (simbolizan las tres caídas de Jesús antes de morir) al son de la también tradicional y popular música de “El Romerito”.
