Carta desde Galilea, Israel.

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Sacerdote D. Antonio Martín Carrasco.

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En estos días he recibido con gran sorpresa un correo desde Galilea, Israel. Allí un bonariego, D. Antonio Martín Carrasco, sacerdote misionero que a sus 77 años de edad y 53 como sacerdote se encuentra en estos momentos en el Monte de las Bienaventuranzas, en Israel, Tierra Santa, viviendo muy cerca de donde vivió Santa Mª Salomé, ejerciendo como Padre Espiritual de la Comunidad.

Desde allí me ha hecho llegar esta carta en la que reivindica la memoria de su padre D. Domingo Martín Pérez, asesinado durante la Guerra Civil,  y nos relata sus investigaciones sobre los hechos ocurridos.

 

EN EL 75 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE MI PADRE

 Nuestro pueblo hizo en su día un homenaje  a sus vecinos  asesinados en la “Guerra Civil”, en cumplimiento de la llamada ley de la “Memoria Histórica”. Me resultó extraño que no figurase mi padre, en la lista de los asesinados, siendo también él, un vecino asesinado,  pues vivíamos en la c/ Nueva, nº 9 y que fue  uno de los primeros y un campanazo para el pueblo. Al faltarle ese homenaje, quiero que mi recuerdo se lo supla, en esta fecha de su 75 aniversario.

Mis abuelos maternos, en ese momento del año 36, tenían dos hijas casadas y les asesinaron sus dos yernos, cada uno por un bando político. Ambos primos hermanos e íntimos amigos. En la lista del homenaje, sólo figura el nombre de mi tío Manuel. ¿No me atrevo a pensar que le hayan tenido como un político del otro bando? Mi padre por sus amistades, más bien de izquierdas, nunca tuvo una opción política partidaria.

Domingo Martín Pérez

En el verano de 1959, ya Sacerdote, dediqué mis primeras vacaciones a investigar, lo que nadie me había contado y curar en lo posible, el trauma vivido desde niño, por la injusticia que hicieron con él. Me desplacé documentado con sus últimas cartas y fotografías. Hice una investigación exhaustiva entre sus amigos y supervivientes, que me llevaban de unos a otros. Tomé muchos apuntes. Algunos que conservo y otros con sus cartas, los eché en el féretro de mi madre. De nada de esto hablé con nadie. Vivían sus hermanos y mi madre y no quise añadir más dolor, al ya vivido, casi sin asumirlo. En la Parroquia de su encierro, dejé el Cáliz con el que celebré mi Primera Misa. El Párroco y feligreses, que conocían sobradamente la historia, tuvieron un gesto de agradecimiento, celebrándole una Misa, como homenaje a él y gratitud hacia mí.

Allí me recordaron sus palabras de un hecho, que le honra. Entraron en la Iglesia furtivamente, armas, para salir disparando con violencia. A lo que él se opuso diciendo: “Mejor será que nosotros suframos los acontecimientos que se presenten, no sea que se ensañen con vuestras esposas y vuestros hijos, que viven por la Comarca”. Cuando la suya y nosotros sus hijos, estábamos en Andalucía, en zona libre y protegidos por nuestros abuelos.

Fue Comandante de Puesto de la Guardia Civil, en Pola de Laviana de la Comarca del Aller, en Asturias. Servidor de la República hasta su asesinato por quienes querían terminar con el Ejército y la Iglesia, según el primer discurso, del célebre parlamentario en el año 31, hoy tan homenajeado. El 18 de Julio de 1936, el frente popular (que sabemos quiénes lo formaban), apresaron de toda la Comarca del Aller, a 92 Guardias Civiles con todos sus mandos. A estos, lo encerraron previamente a en una central eléctrica, que volaron. Quedó él, al frente de la llamada tropa, que ningún pueblo tenía prisión para tanto número e incautaron la Parroquia de Moreda del Aller, para convertirla en cárcel, donde los retuvieron hasta Noviembre que los fueron sacando y sin  más los asesinaban. Mi padre fue en la última tanda: el 17 de Noviembre, se cumple el 75 aniversario de su asesinato. Fue en el paraje de Rioseco de Collazo, de la misma Comarca del Aller. Ya soportaron un lento martirio los días de encierro tan incómodo, en un lugar que ni siquiera desmantelaron, ni acondicionaron.

Monumento a las víctimas de la Guerra Civil.

En vista de que se olvidaron de él en dicho homenaje, he querido  recoger mis apuntes en un pequeño folleto que tengo a punto de imprenta en Huelva. Mi ausencia al estar aquí en Israel, me impide mi propósito y me he decidido que por esta carta, le recordemos en una fecha tan importante y sirva al menos para avivar el recuerdo, de quien tan dignamente dio su vida, tan vilmente asesinado, por ser militar de la República, temiendo se pasasen a la zona libre de Oviedo. Se equivocaron, quienes le excluyeron sin rectificar, de su debido homenaje junto a sus vecinos, tal vez, creyendo que sirvió a la dictadura. ¿Dónde está la imparcialidad de la Ley?

 Mis proyectos se rompen fácilmente, porque no me debo a mi mismo. La opción de estar aquí prestando gratuitamente este servicio a la Iglesia, es una opción, que hice hace más de 53 años, que he cumplido de Sacerdote. Todo proyecto previsto, como ese folleto, pasa a segundo termino. A veces no se entiende esta opción, ni todos la comparten. De verdad, no tengo otra meta que la de morir en este trabajo y me honra ser una rama de este árbol, que hoy alabo.

Finalmente, me pregunto: ¿Ahora que se cumplen de él, los 75 años de una muerte tan meritoria, habría alguna manera de reparar ese pequeño recuerdo de homenaje que no tuvo de su pueblo, en su debido momento? Lejos de mí reivindicar nada. Sólo me hago la pregunta. Pero es una deuda pendiente, que yo pretendo reparar, aunque sea sólo con esta humilde carta a mis familiares y amigos.

Sólo quiero dejar claro, una cosa: “no guardo RENCOR A NADIE por su MUERTE, ni por su OLVIDO”. Jesús decía: Habéis oído que se dijo: AMARÁS  A TU PRÓJIMO Y ODIARÁS A TU ENEMIGO, más Yo os digo: AMAD A VUESTROS ENEMIGOS… (Mat.5, 43-44). Sinceramente agradezco al Señor, que me haya regalado este Evangelio cumplido en mi  y que me haya elegido, para este servicio de anunciarlo, al que consagré, en tantos años de mi vida.

A mis familiares, les digo, que se sientan orgullosos de él y de su martirio, y a mis amigos, les repito: Este, era el  PADRE, que me quitaron. ¡Su PERSONA, es un HONOR, hasta para vosotros, tantos amigos, que nos habéis querido!

Fdo.: Antonio Martín

Pbro.