CORRUPCIÓN POLÍTICO- ADMINISTRATIVA.
Hablar de corrupción en estos tiempos es algo cotidiano, que afecta en buena medida a la sociedad española.
Este reiterado comportamiento que parece que no amaina, es fruto de la forma de ser de ciertas personas, lo cual en los últimos años está causando un daño enorme a las entidades que representan y al conjunto de la población.
Últimamente los ciudadanos vemos como existen representantes empresariales, políticos-administrativos, financieros, sindicales, laborales, deportivos etc., que sin reparar en nada ni en nadie, presuntamente han realizado esa clase de actuación delictiva. Situación esta que la mayoría de los ciudadanos observamos atónitos y cada vez con mayor grado de indignación debido a la incidencia que esto tiene.
Si hacemos un poco de memoria recordaremos que este hecho de la corrupción no es nuevo, estando entre otros los llamados caso Matesa, Reace, Sofico, Fidecaya ect en la etapa de la dictadura.
Posteriormente conocemos el caso Rumasa, Banesto, Roldan, Naseiro, Banca Catalana, Filesa, Jesús Gil, Gescartera, el robo de bebes y otros.
Más cerca asistimos a los de Caja Castilla la Mancha, Caja de Ahorros del Mediterráneo, Banco de Valencia, Bankia, Palacio de la Música, Pallerol, Matas, Fabra, Balter , Gurtel, los E.R.E, Barcenas, Noos y otros.
Es este de la corrupción un hecho lamentable que se produce en parte de nuestra sociedad afectando a diversos sectores y representantes de la misma, lo cual se debe de corregir cuanto antes.
Para ello entiendo que además de reformar las normas y leyes que lo evite en lo posible y castigue como corresponde a los culpables, se hace necesario establecer una especie de Pacto de Estado entre la clase política, económica, sindical, judicial ect, que permita actuar con claridad y diligencia cuando se produzcan estos casos.
Por otro lado aun dándose las circunstancias antes descritas, también hay que decir que no se debe de sacar las cosas de su sitio y me explico:
Si tomamos como muestra el sector político-administrativo debido a la incidencia que tiene sobre la población debemos de ser realista y no dejarnos llevar por la crispación del momento o los comentarios de los medios de comunicación, donde a veces además de informar, parece que están interesados en desprestigiar a este sector de representación de los ciudadanos.
Donde existe una democracia como sistema de gobierno, esta tiene su base en los partidos políticos, sindicatos, asociaciones ecta., con sus aciertos y errores, como de hecho se producen.
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No es bueno por lo tanto que se meta a todos , corruptos y limpios en el mismo saco como algunos pretenden, acusando de que todos son iguales, cuando saben que no es así, además de afectar con ello de forma negativa al interés de los ciudadanos por la gestión de los asuntos públicos que en común nos afecta.
Si hacemos un recorrido de las administraciones públicas, primero están los más de ocho mil ayuntamientos con sus muchos miles de concejales, mas de mil mancomunidades con sus miles de representantes, un buen numero de consorcios y asociaciones también con sus muchos representantes, las Diputaciones Provinciales con sus Diputados y personal de confianza, las autonomías con sus Parlamentos, gobiernos y equipos de dirección, el Parlamento Nacional con el congreso y senado y personas de confianza etc.
Sumando todo ello el número de personas de nuestro país que de alguna forma nos representa y trabajan para nosotros en las administraciones antes citadas, estará próximo a las 100.000, si tenemos en cuenta esta cifra y los casos de presunta corrupción que en el conjunto de las administraciones públicas en los últimos años se viene produciendo, el porcentaje se puede situar entre el 0,01 y el 0,02% de la citada cantidad. Una cantidad bastante reducida, pero que aún así hay que evitar.
Como se demuestra la proporción es muy baja, quizá hasta inferior a la que se pueda producir en otros sectores de la sociedad. Hecho este que desmiente las acusaciones realizadas a la ligera de que todos los representantes públicos y personas de su confianza son corruptos o proclive a serlo.
Si esto le unimos los partidos políticos y sindicatos donde militan ciento de miles de personas que también en ocasiones son acusadas de corrupción político-administrativa el porcentaje de los acusados-implicados resultantes se reduce aún más.
Tampoco hay que utilizarlo como punta de lanza contra el adversario sin más, ni utilizar una doble vara de medir como a menudo algunos suelen demostrar. Dejemos trabajar a la justicia y que sea esta la que decida, aunque a veces no estemos de acuerdo con sus decisiones , en ocasiones desconcertantes por no decir otra cosa.
Quiere esto decir a la vista de los datos antes expuesto que todo esta bien. Nada de eso. Como antes se dice hay que actuar pronto y con decisión para evitar que la manzana podrida pueda afectar a las demás que están a su lado, pero eso es una cosa y otra muy distinta manifestar sin base que lo sostenga que el cesto entiendase administración del país está todo corrompido.
Seamos por lo tanto responsable y actuemos en su justa medida. Detrás del sistema actual de representación político, administrativa, sindical ,judicial etc, con sus defectos que los tiene y que ahora toca corregir, solo existe una inmensa oscuridad que por desgracia ya conocemos en nuestro país y sabemos las nefastas consecuencias que tuvo.
JUAN CORONEL MARTIN
