DESDE GALILEA
Quizás haya llegado el momento de decir AMEN a mis reflexiones DESDE GALILEA, agradeciendo a nuestro amigo Cristóbal Domínguez, esta ventana que me abrió para asomarme a mi querido pueblo y recordar algunas cosas de mi infancia, donde nací para la FE en un ambiente, que aún mantiene sus raíces como afirmaba en mi primer artículo. Ahora aquí, me piden más. Además de servir de P. Espiritual de los 80 voluntarios que mantienen la Casa, (unos 50 jóvenes, de todo el mundo mitad seminaristas, 6 matrimonios y unas 15 Hnas. mayores), me han nombrado P. Espiritual del Seminario Misionero de Galilea, que funciona también en la Casa con unos 30 seminaristas. Es a mi edad una labor posible y gratificante, preparar los futuros misioneros, que quedaran en esta Tierra Santa. Mi tiempo por tanto se reduce y necesito leer más y rezar más. Seguiré con esa ventana abierta pero sin tiempo para más.
¿Cuantas veces me pregunto examinando estas cosas? ¿Cómo es posible mi historia, esta historia? Y concluyo que sólo Dios hace las historias y como dice el Génesis sobre la creación, que comentaba en mi tercer artículo: Cuando concluyó de crear una cosa …”Vio Dios cuanto había hecho; y todo era bueno”… También me pregunto: ¿Qué pudo ver Dios en mí, un pobre hombre, que no ha destacado en nada. También en esto saco una conclusión cuando leo en el profeta Jeremías:…”Antes de que te concibieran te conocí, en el vientre de tu madre te consagré para que fueses profeta de las naciones”… Por eso tengo que concluir: ¡Señor, has de mí lo que quieras!.
Salí de Bonares. ¿He dicho algo? Allí desde muy pronto comencé la asistencia a la “Doctrina”, como se le llamaba entonces al Catecismo Parroquial de los niños, en la propia parroquia. Fui recibiendo desde el antiguo Párroco D. Antonio del Brío y los siguientes la fe, cultivada luego en la familia.
Vivir en la Calle Misericordia es tener la Iglesia casi en casa. Muchas veces nos riñeron los Curas, porque jugando, nos pasábamos de un porche a otro, corriendo por medio de la Iglesia. Así a los 8 años, un 9 de Mayo hice mi Primera Comunión. (La hice ya vestido de blanco, porque mis hermanos, la hicieron vestidos de negro por el luto). Desde ese día prácticamente no he dejado de comulgar todos los días y ayudaba a misa antes de ir a la escuela… luego el Seminario y…
Antes del Concilio, las Misas de los Domingos eran dos, sólo por las mañanas y bien temprano. La 1ª, a las 6.30 de la mañana, para la gente que tenían luto, que era a la que mi madre me llevaba medio dormido y luego todo era en latín. ¿De qué podía enterarse un niño de mi edad?. En la “Doctrina” (las Catequesis) prácticamente nos enseñaban a rezar y a ser buenos. Hoy con tantos métodos y medios audiovisuales, no sé si seremos más eficaces en transmitir la fe. ¿Colaboran el entorno familiar?.
Estaba preparando un nuevo artículo, para completar lo que decía en mi anterior sobre “La Crisis”, pero mi reflexión, es imposible completarla. Me preguntaba: Siguiendo el tema de la “Crisis económica”, ¿Que camino tendríamos que tomar? y me respondía: ¡Ajustarse!. El desastre de la CRISIS, repiten, ha venido por gastar más de lo que se tenía y NO AJUSTARSE a gastar menos de lo que se tiene, para que ese sobrante se pueda compartir con el que no tiene nada. …Hace miles de años la justicia tenía un sentido distinto del que se le dio en el siglo XIX, de “reivindicación”. Se había conseguido en ese siglo enmudecer a los pobres y está bien que tengan oportunidad de salir a las calles para romper su silencio…
La “JUSTICIA” era en lo religioso, ajustarse a la voluntad de Dios, así tenemos muchos personajes que se les llaman “justos” (Job) (José, era un hombre “justo”) — (Mat. 1,19)— y en lo civil, era el que se ajustaba a la ley o a las costumbres establecidas. Si ahora hablamos de economía, en lo religioso: para salir de toda crisis, sería el que se “ajuste” cada uno a lo que necesite y le quede margen para compartir con el que no tiene nada, aquel, a quien no se le puede juzgar por holgazán, sino que vive una situación extrema (por incapacidad, por enfermedad, por falta de trabajo etc.). El Bautista anunciaba esta conversión y le preguntaban, ¿Qué tenemos que hacer?. El respondía: el que tenga dos túnicas que la reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo… A unos militares: no exijáis más de lo que está fijado. No hagáis extorsión a nadie; no hagáis denuncias falsas y contentaos con vuestra paga.
En lo civil, cuantas veces Jesús increpó a sus oyentes: ¡Hipócritas! …que imponéis a los hombres cargas intolerables y vosotros no la tocáis ni con uno de vuestros dedos… vuestro interior está lleno de rapiñas y perversidades… al ir creciendo la maldad, la caridad de muchos se enfriará…y si no fuisteis fieles con lo ajeno ¿Quien os dará lo vuestro?…
Pero seguimos hablando desde este Monte donde Jesús proclamó: “BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA, PORQUE ELLOS SERÁN SACIADOS”. Si decimos que el final de la CRISIS, está en esa justicia del ajuste, que se proclamó en el Antiguo y en Nuevo Testamento, seremos saciados, pero entendiendo que ese ajuste no será sólo para Europa y España, porque esa hambre (real) y esa sed (real), de todos los hijos de Dios, aparece con más evidencia en lo que llamamos “tercer mundo”. Tendríamos que ser capaces de ajustar, el primero y el segundo de los mundos, para solucionar y saciar la realidad de los miles que mueren de hambre y de sed, diariamente, en el tercer mundo.
Desde Galilea- Antonio Martín Carrasco
Sacerdote de Bonares
Desde Bonares Digital quiero agradecer al padre Antonio Martín los artículos que ha compartido con nuestros lectores y que tanta aceptación han tenido, fusionando magistralmente las maravillas de esa tierra Santa con sus vivencias de infancia en Bonares, su nuevo nombramiento como P. Espiritual del Seminario Misionero de Galilea le exige una dedicación plena, por lo que dispondrá de menos tiempo para escribirnos.
Darle las gracias y decirle que tiene la página a su disposición para publicar cuando pueda, aquí en Bonares estaremos esperando sus reflexiones.