¿Qué estamos pidiendo desde un hotel de cinco estrellas?
Así comienza un vídeo que se está difundiendo por las redes sociales, dónde una joven socialista analiza de manera crítica los altos cargos de los partidos políticos de izquierdas.
Para empezar, debo decir que suscribo todas y cada una de las palabras que esa chica menciona en ese vídeo. No podemos ser el partido referente de la izquierda y los trabajadores si no somos capaces de dar cabida a las propuestas de la ciudadanía, si no nos reconcome un sentimiento de pena cada vez que vemos las colas del paro, si no nos revelamos cada vez que vemos una injusticia ante nuestros ojos, si no tenemos el espíritu revolucionario que ya tuvieron los de otra generación y si no nos corroe un sentimiento de culpa por no legislar en su momento contra el asedio económico al que nos vemos sometidos.
Recuerdo hace poco, volví a ver una publicidad del PSOE dónde decía “España por el cambio”, que cambio hemos dado desde entonces, el pueblo, el obrero y los ciudadanos se veían identificados con esas siglas, conseguimos muchos avances logrando un aumento de la justicia social, pero mientras España avanzaba, muchos se aburguesaban en sus sillones sin mirar ni tener en cuenta los ideales a los que nos debemos.
Mientras España avanzaba algunos veían en las siglas de mi partido la perfecta salida profesional, los que querían vivir de esto sin aportar nada a cambio y treparon sin mirar a los que dejaban atrás, los que no son consciente de que el corazón está por encima de cualquier poder, que la corrupción no tiene cabida en el que considero mi partido.
Lo peor no es que el PSOE, perdiera su rumbo, lo peor es que los que creemos en un socialismo abierto e igualitario, los que nos partimos día a la día la cara aún cuando ya no nos la pueden poner más “colorá”, somos visto como esos trepas, esos pelotas, esos corruptos y ladrones, cuando es todo lo contrario. Podría daros muchísimos nombres de todos los que luchamos todos los días junto con los estudiantes, los trabajadores, los más desfavorecidos, los desahuciados, los que creemos en la solidaridad, sin cobrar ni un euro, lo hacemos porque creemos en un futuro mejor, como ese que nos han dejado los que en su día dieron la vida por esta democracia. Y por esos socialistas indignos de su condición, hoy tenemos que pedir perdón por lo que jamás, ninguno de nosotros haríamos.
Hoy les diría a esos mismos que siguen pensando así, como a los que nos han traído hasta este momento, que “son la vergüenza del socialismo, que en vez de hacer honor a vuestros padres, traicionáis la clase obrera”