Por Cristóbal Carrasco Delgado, Pregonero del IV Pregón a Sta.Mª Salomé.
BESAMANOS 22 – 09 – 2012
A
Otro día más ya solo me queda
para humildemente a ti ensalzarte,
para mi devoción a ti expresarte,
que los piropos levanten la veda.
Que a mi palabra mi corazón ceda
los sentimientos que quiere guardarte,
por tu bondad y mi amor enviarte
lo que de acuerdo con mi fe proceda.
Ayúdame Salomé en este hecho
que en nombre de Bonares a cabo llevo,
desgranando un rosario de mi pecho
que aquí en tu Ermita a tu alma yo elevo,
y pido que hacia Ti vaya derecho,
fuente que sacias mi sed cuando bebo
B
Cuando pienso en el porqué de mi vida,
cuando evoco mi raiz y mis ramas,
cuando veo el camino al que me llamas,
auméntame la fe que me decida.
Bastante he de cambiar en la partida
si también sigo al Cristo al que tu amas,
al Cristo, Salomé, al que tu aclamas,
al que resucitó, Santa querida.
Salomé, quiso Dios que le siguieras,
le acompañaras Tú en el Calvario,
que con Juan y María Tú estuvieras,
que lo colocaras en el sudario,
que su resurrección también Tú vieras,
eras imprescindible en su glosario.
C
Salomé, siempre dispuesto a alabarte
con sonetos que mi alma hacia Ti lanza,
porque me inspiras amor y confianza
porque mi sino es, con Dios, adorarte.
Emocionante en los hombros llevarte,
pero a ese honor mi fuerza ya no alcanza
y yo hago contigo una firme alianza :
que se encarguen mis palabras de auparte,
con Jesús y tus hijos, hacia el Cielo,
con respeto y un nudo en la garganta
y con la fe enraizada en el suelo
de tu Ermita, donde el pueblo te canta
y te reza y vitorea con celo,
porque a Bonares su Patrona le encanta.
D
Salomé, Santa Bendita, intercede
ante Jesús por el bien de los míos,
y pido Salomé para mis críos,
ese amor que tu bondad concede.
Cuando Bonares hacia Ti accede,
para que Tú le renueves sus bríos,
para que Tú le calientes sus fríos,
que tu amor se lo conceda procede.
Como madre que a su pueblo bien quiere,
porque sabe que éste mucho la adora,
protegerlo es lo que siempre prefiere.
La respeta como Excelsa Señora,
y pide la protección que confiere
su presencia que el bonariego añora.
E
Bonariegos que marcharon a tu encuentro,
unos en ancianidad dolorosa,
otros en una ancianidad gozosa,
otros aun con media vida dentro.
El tiempo es un soplo y Dios es centro
como Tú Salomé, madre y esposa,
fuerte, amable, previsora y mimosa,
en su fugacidad yo me concentro.
Acoge al bonariego en tu regazo,
que no pierda el camino hacia tu hogar,
recíbelo al llegar con un abrazo.
Que no pierda la ruta por vagar,
que llegue a donde estás con recto trazo
y pueda como santo a Dios rogar.
F
María Salomé te hizo Dios Santa
por seguir con tus hijos su camino,
siempre en la ruta, igual que un peregrino,
siempre tras Él, que el corazón levanta.
Aquel que entre la gente al amor canta,
aquel que transformó nuestro destino,
aquel que por nosotros a morir vino
pasando amargo cáliz su garganta.
Tú, Salomé, seguiste su doctrina,
consolaste a tu Dios con tu presencia,
mitigando el dolor, la daga fina
que atravesó su alma Santa y Divina,
en todo aquel momento de carencia,
de abandono, de traición y de espina.