«El encanto de la vejez» Desde Galilea.

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Galilea




DESDE GALILEA

EL judaísmo es una de las culturas más antigua, junto con la cultura china. “Ambas conservan su pasión por el respeto a los ancianos”. Así (Deut. 32,7):“Acuérdate de los días de antaño…interroga a tus ancianos que te lo contarán y te lo dirán”… y en el Sal (90,12): “Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato.”…

EL filósofo Pitágoras, fundador de la escuela platónica, predominantemente religioso e interesado en la medicina y cosmología habla también de la vejez:..”Una bella ancianidad es la recompensa de una bella vida”…

Estoy para cumplir 84 años, el 25 de este mes y me sorprendo que el Señor me mantenga en su servicio. Pienso que es una buena ocasión para escribir algo sobre el “Encanto de la vejez”, con el fin de que pueda servir de ánimo a los que sufren por ella. La vejez no es todo soledad y abandono. Se puede seguir dando fruto: “El Justo crecerá como una palmera… en la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso”…(Sal.91,13ss)

Encontramos en la Sagrada Escritura verdaderos maestros que nos enseñan a vivir. Así Job, nos habla de la ancianidad:… «Al atardecer se levantará para ti una especie de luz meridiana, y cuando creyeres que estás acabado, te levantarás cual estrella matinal. Estarás lleno de confianza por la esperanza que te aguarda» (Job 11, 17-18)

Así Dios dice también al Profeta Isaías: (46.4-16)…”Hasta vuestra vejez yo seré el mismo… Yo os anuncio lo que viene después y el comienzo de lo que aún no ha sucedido… mis planes se realizaran… tal como he dicho se cumplirán.”…

 

Me gusta escrutar las Escrituras por eso se me da citarla tanto y hay cosas muy curiosas para Israel, que tiene algunos números a los que les da mucha importancia como son el DOCE y el SIETE. En la Biblia se repite el número DOCE, 187 veces, 22 de ellas en el Apocalipsis. No son estos números meras coincidencias. Eran DOCE las Tribus en Israel, son DOCE Apóstoles en la nueva “Era Mesiánica.” El pueblo de Dios, Israel, le da vuelta a estos números: El UNO hace referencia a Dios; el DOS al hombre, (Seréis dos en una sola carne) que unidos, uno y dos: son TRES y que multiplicado por las cuatro estaciones del año son DOCE y sumando las dos cifras, 3 más 4 son SIETE. Estos números, como digo, son importantes para el PUEBLO de DIOS y lo reflejan en sus leyes. Así por ejemplo, uno de esos números el SIETE está en una de tantas leyes, y que sirve a Pedro para preguntar a Jesús: (Mat. 18, 21-35) : Maestro ¿Tengo que perdonar a mi hermano SIETE veces?. Dice Jesús: no digo SIETE veces sino setenta veces SIETE… Además otra curiosidad de las muchas en el N. T., en las dos multiplicaciones de los panes y peces aparecen estos dos números: sobraron DOCE cestos en la primera y SIETE espuertas en la segunda. ¡Tienen su misterio estos números!.

Voy a cumplir 84 años, que son números que en Israel tiene su misterio. Es el resultado del 12 multiplicado por 7 y además el 8 más 4 es igual al DOCE y nací el 25 de febrero: 2 más 5 son también SIETE. Según el Salmo 90, el número 84, es la cumbre de la vida del hombre: …”Vivimos setenta años y el más robusto hasta ochenta, la mayor parte son fatiga inútil, porque pasan aprisa y vuelan”… (Sal.90,10). Luego, llegar a los 84 es esa verdadera cumbre.Así lo refleja S. Lucas con la profetisa Ana: …”Había también una profetisa Ana… y luego se quedó viuda hasta los 84 años”… (Lc. 2,36-37)

Quiero analizar estas reflexiones a las puertas, no sólo de un cumpleaños normal, sino de los 60 años (“que también se le llama bodas de diamantes”) que celebraré el 13 de Abril como Sacerdote de Bonares. Ya celebré las de Oro siendo Párroco del Rocío de Huelva con la presencia de nuestro Alcalde y gente muy querida, recordando la fecha en la que todo mi pueblo se volcó. Siempre lo repito que me sentí muy querido desde niño. Verían en mí al niño desgraciado víctima inocente de la guerra.

Después, en plena niñez, el Señor me eligió y en la juventud entendí que Dios me conducía por un camino contrario al normal que yo aspiraba. Después de esta oscuridad, al final de tantos años, vives convencido de que Dios nos pone a cada uno en el mundo en el camino exacto. Ya sea para crear una vida familiar o para consagrarse a una misión concreta donando tu vida por el Evangelio. Y eso con plena libertad. Decía Jesús: (Jn.10,17) … “Por eso me ama el Padre porque doy mi vida… nadie me la quita; yo la doy voluntariamente”…

Luego vinieron las luchas ante una Iglesia anquilosada. Fue providencial el Concilio, pero terminó el Concilio y muchos se negaron a las reformas y otros se secularizaron por no aguantar más. Por ser muy libre en mis protestas ante todo esto y en defensa de mi linea pastoral. he sido muy discutido y marginado. Es la razón de estas pinceladas que doy de una historia tan larga de sufrimientos. Para que se entienda bien la misión que Jesús confía a sus discípulos: (Mat. 10,16 -Lc. 10,3)…os envío como ovejas en medio de lobos… os perseguirán… os odiarán …os azotarán…

El Papa Francisco nos ha dicho, que los sacerdotes en su vejez no debe guardarse sus experiencias sino dejarlas en herencia al pueblo cristiano y principalmente a los jóvenes que se preparan para esta misión. Comunicar tu vida, llena de entrega y sufrimientos no es fácil, es tuya, en la que no faltan pobrezas. No es una alabanza comunicarla porque ninguna vida, ni la mía, está exenta de equivocaciones. Se suele decir que en la vida se aprende equivocándose. Ya decía, que el peligro en la vejez, es repetir lo dicho. A veces se dice: los viejos siempre contando las mismas “batallitas”. Esa es también misión de la vejez, hacer presente la historia, aún con el peligro de repetirla. Algunos ancianos cumplieron su misión creando una familia. ¡Cuantos hijos, cuántos nietos! Otros, como decía, aceptamos la elección del Señor en una vida pobre, que es el mejor instrumento que Dios elige para llevar a término su obra. Y los que fuimos elegidos para esa misión hemos sido instrumentos en sus manos. Como decía Jesús (Lc.17,10):.. “Así también vosotros cuando hayáis hecho lo que os ha sido ordenado decid: Siervos inútiles somos hicimos lo que teníamos que hacer”…

Mi primer servicio a la Iglesia Universal, como misionero, fuera ya de la Diócesis de Huelva, comenzó en Avila y Segovia, como un aprendizaje. Me enviaron con un equipo a preparar la visita de S, Juan P. II. Allí aprendí tanto de Teresa en Avila y de Juan de la Cruz en Segovia, que iluminaron mi vida para todo lo que sigue. Decía Teresa: ¿Que esperas Señor de mí? Dadme muerte, dadme vida, infierno o cielo, salud o enfermedad, alegría o tristeza, pobreza o riqueza, honra o deshonra, guerra o paz, sabiduría o ignorancia, consuelo o desconsuelo, si me mandáis trabajar, morir quiero trabajando. Decidme ¿donde, como y cuando? Que a todo me rendí, que a todo diré que si. –- Y en la oscuridad de la fe, que se vive, sobre todo en la vejez, Juan de la Cruz escribía sobre la “noche oscura del espíritu”… Ahora pienso más en esa oscuridad y en lo reciente de Antonio, me pregunto en mi interior como será aquello…

Este ha sido ese camino para llegar al “Encanto de la Vejez” que digo al principio y que quiero comunicaros. Para que se pregunten como yo me pregunto: ¿Es posible que después de tantos sufrimientos y estrés (45 años de párroco en nuestra Diócesis… 15  de misionero: (Chile, Perú, México, Israel…). Con enfermedades que da el vivir largos años, podamos ser felices y que el Señor nos mantenga a algunos en su servicio?.

Es impensable próximo a cumplir esos 60 años de Sacerdote en esta Misión, no exenta de dificultades y verme aquí con tanta felicidad y alegría y tan querido por estos jóvenes en mi vejez. ¡Sería injusto guardarme esta experiencia y no comunicarla dejándola en herencia, como dice el Papa, a vosotros los que tanto me han querido! Y a estos jóvenes, futuros misioneros, a quienes les transmito un programa muy sencillo: EL DONARSE, sin límites – SER LIBRES, sin límites – Y SABER SER ANCIANOS, en plena juventud (la palabra “Presbítero”, proviene de griego que significa “ANCIANO”), para que sean verdaderos PASTORES y PADRES de los pobres, ya que les espera muchos sufrimientos en este Oriente Medio y por eso necesitan una formación muy sólida. Os repito que no me olvidéis en este 13 de Abril de dar gracias conmigo al Señor por la historia que ha realizado con este pobre hermano vuestro y sentiros orgullosos por los tres sacerdotes de nuestro pueblo que me siguen. He conocido hasta diez sacerdotes hijos de Bonares. Quedamos cuatro. Pidámosle al Señor que no se extinga esta gracia de una estirpe sacerdotal concedida a la historia de nuestro pueblo… ¿En que pueblo de nuestro alrededor se ha dado esta historia?… ¡SI, GRANDES COSAS HA HECHO EL SEÑOR CON NOSOTROS Y ESTAMOS ALEGRES!. (Sal.125)

DESDE GALILEA 

Antonio Martín Carrasco

Sacerdote de Bonares