Entrevista a Manuel Limón, Presidente de Bonafru.

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"Bonafru"

¨La falta de agua de riego ha frenado el crecimiento de Bonares años atrás¨

 Bonafru nació hace 28 años y al contrario que la mayoría de las cooperativas, no lo hizo vinculada a la fresa, sino a la breva. Un grupo de unos 20 agricultores, con la ayuda del Ayuntamiento de la localidad, la constituyó para poder enviar el fruto a Madrid. Luego llegó la fresa, y desde entonces no ha parado de crecer.

-¿Cómo es Bonafru en cifras?

Somos 88 socios activos y unas 194 hectáreas de fresa, unas  110 de frambuesa, 6 de árandanos y 2 de mora. Bonares tiene la particularidad de que las explotaciones son familiares, son pequeñas, estamos hablando de 2 ó 3 hectáreas, al contrario de lo que ocurre en Moguer o Lucena. Somos empresas prácticamente familiares, entre otras cosas porque no hay grandes extensiones de tierra.

-Ya fuiste presidente de Bonafru y ahora has vuelto al cargo…

    Soy presidente desde diciembre pero ya lo fui antes durante seis años y consejero durante otros tantos. La otra vez me marché para tomarme un descanso porque este cargo agota mucho y ahora ha vuelto a picarme otra vez el gusanillo."bonafru"

 

-Se hace duro el día a día de un presidente en una cooperativa como Bonafru?

    Sí. Aquí somos muchos socios, cada uno con sus problemas concretos, y hay que dedicarles muchas horas por las tardes. Además, en mi caso, tengo una empresa pequeña y no tengo ningún encargado, todo tengo que hacerlo yo, por lo que es complicado compaginarlo con la presidencia de la cooperativa.

-¿Cómo os ha ido la campaña?

    Ha sido una buena campaña. En fresa nos ha ido bien y en frambuesa hemos tenido más kilos que el año pasado pero los precios han sido más bajos.

¿En Bonares estáis más preocupados por la falta de agua que en otros pueblos del Condado?

    La falta de agua de riego ha frenado el crecimiento de Bonares durante estos años atrás. Nos hemos visto muy limitados a la hora de poder sembrar más cantidad ya que aquí una hectárea más significa un pozo más, con el gasto económico que eso supone. Y, además, hemos desaprovechado muchas subvenciones que pedían como requisito tener licencia para sacar agua de pozos o usar agua superficial y nosotros no hemos tenido esa opción, mientras que otros pueblos sí.

-¿Cómo crees que está gestionando la Comunidad el proyecto de distribución de agua de riego al Condado?

Muy bien. Si echamos la vista atrás hace diez años y lo comparamos con cómo se está moviendo ahora este tema, hay que reconocer que se está haciendo bastante bien, al igual que con el Plan de Ordenación de Regadíos de Doñana, donde todos estamos siendo lo más flexibles posible, tanto la Administración, como los agricultores y ecologistas.

-¿Crees que pronto los agricultores y los ecologistas estarán en el mismo bando?

Sí. Nuestra intención siempre ha sido esa, ya no sólo en cuestiones de aguas sino también de residuos. Por nuestra parte siempre ha habido intención y, además, está ocurriendo algo importante: se está dando el cambio de generación en el campo, la gente que ahora está al frente de las fincas no tienen nada que ver con la que estaba hace 20 años, que no eran conscientes de la importancia del medio ambiente.

-¿Qué te parece que El Fresno haya extendido sus servicios a otras zonas del Condado?

    Cuanto más unidos estemos todos, mejor. La filosofía de El Fresno es la misma que la de una cooperativa: la unión. Es preferible una sola comunidad de regantes a que cada uno tenga la suya y cada una tire para un lado.