En este año 2013 se cumple el setenta y siete aniversario de la fundación de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Bonares y he querido recoger un poco de su historia en esos primeros momentos.
En el año 1935, se fundó la Hermandad por don Pedro Bueno Bautista, gran rociero, hijo del pueblo de Bonares donde ejercía como médico. Perico Bueno, había peregrinado muchos años para el Rocío con la Hermandad de Huelva, donde encontró estímulo para la fundación de una nueva Hermandad. Su cariño a la Virgen del Rocío –su “Comadre” la llamaba, porque “yo a Ella le cuento todas mis cosas”- hizo que pronto encontrara entre los bonariegos quienes lo secundaran. Especial influencia tuvieron en la génesis de la Hermandad el sacerdote don Luis Calderón Tejero y los seglares don Pedro Pérez de Guzmán y Urzáiz y don José Espinosa de los Monteros.
Fue Pepe Espinosa, compadre de Perico Bueno, quien más alentó y entusiasmó al fundador de la nueva Hermandad. Y cuando llegó la hora, ofreció su viejo potrillo de nombre “Pistola” para que lo montase el Hermano Mayor, su ahijado Antonio Bueno Montes, que con sólo siete años fue al frente de la naciente Hermandad.
La Hermandad de Huelva estrenaba ese año carreta, por lo que cedió a la de Bonares, por mil pesetas simbólicas, su antigua carreta que había estrenado en el año 1919. Se arregló y plateó la carreta y que se estuvo utilizando hasta los años noventa, luego al comprar la nueva se cedió a las cruces para portar el simpecado el día del Romerito.
La elección canónica de la Hermandad se hizo el 29 de abril de 1935, en la Parroquia de
Nuestra Señora de la Asunción y por su Cura Propio, don Antonio Brío García. Ese día se bendijo el Simpecado, de terciopelo verde, bordado en seda y cordoncillos de oro, por las jóvenes del pueblo.
En aquella primera salida de la Hermandad en el año 35, además de numerosos caballistas, iban ocho carros. Esta primera salida tuvo lugar el viernes 7 de junio de 1935. Previamente se había celebrado, por la mañana, la misa de romeros y naturalmente en los días anteriores a la Ascensión se celebró el triduo preparatorio a la Romería.
Salió la Hermandad, por la plaza de la Iglesia, calles Cruz, Larga, Almonte y los Cañamales, hasta las afueras del pueblo…después el “Corchito” y “La cañada de las Vacas” oliendo ya a tomillo, a romero y a jara.
Desde ese año de su fundación la Hermandad hizo siempre el mismo camino, saliendo a las tres de la tarde del viernes, pasando por Rociana y pernoctando en Almonte. En la mañana del sábado se reemprendía el camino por las arenas por el antiguo sendero de la Virgen.
En la tarde del día ocho de Junio de 1935, acompañando a la Real e ilustre Hermandad de Huelva, se hacía la presentación ante la Hermandad Matriz de Almonte, haciendo la filial número veinte de la gran familia rociera. Como es natural, asistió al Rosario con su Hermano Mayor al frente, no sin que hubiera que buscarlo, pues Antonio Bueno se había escapado para mejor ver la cohetería y los fuegos de artificio.