Agentes del Puesto de Bonares, pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, recibieron una denuncia la pasada semana en la que se ponía de manifiesto por parte del propietario de una parcela, que había visto a un vecino colocar cebos de carne envenenada en los alrededores del lugar. Esta circunstancia la relacionó con la repentina muerte de varios de sus perros que habían ocurrido recientemente, así como la de otros perros de parcelas colindantes, acontecidas igualmente en los últimos meses.
Puestos estos hechos en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), agentes de este Servicio procedieron a tomar muestras para su remisión al laboratorio, procediendo a la imputación del presunto autor de los hechos.
Con este tipo de servicios, la Guardia Civil y los Agentes de Medio Ambiente, pretenden también concienciar del debido uso que hay que darles a los productos fitosanitarios, así como la custodia responsable de los mismos que, no sólo ponen en peligro a la fauna, por lo indiscriminado que puede resultar su uso, sino que también puede ser nocivo para las personas.
La Guardia Civil ha instruido las correspondientes diligencias que, en unión de las muestras y del imputado, han sido puestas a disposición de los Juzgados de Instrucción competentes.