La Junta mantiene congelado el Plan de la Corona Norte de Doñana.

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Los agricultores consideran que los retrasos les dejan sin instrumentos legales.

Balsa de Lucena, desde donde partira el agua de riego para el Condado.

Otra de las reclamaciones urgentes del Fresno es que se apruebe de una vez por todas el Plan de Ordenación de Regadíos de la Corona Norte de Doñana que prosigue su interminable compás de espera, dejando a miles de agricultores sin instrumentos legales para defender su legitimidad para ejercer esta práctica empresarial.

Una ausencia de regulación que ha tenido perniciosos efectos económicos por la repercusión que en Europa han cosechado las denuncias de las organizaciones ecologistas y las acusaciones de vampirismo hídrico.
Los agricultores consideran que los retrasos les dejan sin instrumentos legales

Los agricultores culpan como único responsable a la Junta de Andalucía por la demora de esta regulación que ya debía estar vigente en 2007, denunciando además que la Administración ni tan siquiera constituyó en 2005 la comprometida Comisión de Seguimiento del Plan de Ordenación Territorial del Ámbito de Doñana (POTAD) que prometía acabar con la anarquía en el riego que regía en la zona.

El primer borrador del Plan de Regadíos cifraba en 9.000 las hectáreas regables en las zonas de Almonte, Lucena, Rociana, Bonares y Moguer. En síntesis, todas aquellas explotaciones vigentes hasta el 2004.

De esta manera, de las 13.500 hectáreas contabilizadas en 2007 por la Comunidad de Regantes de El Fresno, 1.800 quedaron excluidas de la zona de influencia de Doñana. Entre ellas, los campos de Malvinas y Avitorejo en el término municipal de Moguer. De otro lado, 1.500 hectáreas quedaban en un limbo legal y sobre ellas pendía la amenaza de desmantelamiento.

Además de tarde, el Plan llegó mal. Las cartografías sobre las que se construía el documento contenían errores en la confección de los planos, de forma que en sus márgenes la catalogación de una misma finca podía sufrir cambios sin justificación.

De esta forma, en marzo de 2011 el sector reclamó la ampliación a cuatro meses del periodo de alegaciones a fin de cotejar las 64.000 hectáreas de zona regulada y disponer de un mapa «real y fidedigno».

[pullquote]Con la inminencia de las elecciones municipales la Junta de Andalucía vio en esta petición un salvavidas para frenar la adopción de medidas que, sin lugar a dudas, tendrían un serio coste político.[/pullquote]

Precisamente esta volvió a ser la razón de que en el año 2012 se demorase una vez más el plan de riegos, toda vez que las urnas tenían una nueva cita en el mes de marzo, en esta ocasión a nivel regional, quedando nuevamente todo en suspenso. Hoy, con el reguero de denuncias pendiendo cual espada de Damocles, el sector vuelve a levantar la voz y reclamar la regulación de los regadíos sin demoras ni excusas.

Fuente: Huelva Información.