La Vieja Europa.

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"juan coronel"
Juan Coronel Martín.

Hace una serie de años Europa, o mejor dicho la llamada Unión Europea era para muchos países entre ellos el nuestro, la meta a conseguir.

En esa Europa existía la igualdad y el bienestar social para las personas que en ella habitaban.

Poco a poco y más aún en los últimos años hemos visto como aquel periodo de estabilidad y prosperidad económica, laboral y social se ha venido abajo, dando paso a una “Unión Europea” que poco se parece a aquella que teníamos como referencia.

Durante esta última década en esta llamada “Unión Europea” ha ocurrido casi de todo.

Entre otras cosas hemos visto como quienes dirigen la política de la “Unión” no son los gobiernos que elegimos los ciudadanos, ni el Parlamento Europeo que nos representa, ya que de ello se encarga los poderes económicos a niéveles nacionales e internacionales.

Estos poderes fácticos con sus criterios meramente económicos para conseguir el máximo de beneficios con el mínimo de esfuerzo, son los que deciden que es lo que hay que hacer y cuando y como se hace, convirtiéndose  los gobiernos y Parlamentos nacionales y europeo en meras marionetas al servicio de los poderes económicos.

Actualmente estamos viendo como desaparece las conquistas laborales y sociales que con tanto esfuerzo se consiguió.

En nuestro país cada vez existen más dificultades para que los jóvenes se formen adecuadamente, como se le priva de la vivienda a las familias necesitadas y laboralmente acceden las que pueden hacerlo, a un puesto de trabajo temporal en precario con contratos de los llamados basura.

En este y otros aspectos nadie se preocupa de tener en cuenta lo que recoge la Constitución Española con claridad en sus artículos 35,39 y 47 cuando dice el derecho de los españoles a disponer de un puesto de trabajo estable y adecuadamente remunerado, a la protección social y económica de las familias y a disponer de  una vivienda digna. Derechos estos que no se cumplen, mientras hemos visto como los poderes económicos imponen de la noche a la mañana, la modificación de la Constitución para  asegurarse la  protección de sus intereses.

A todo esto se une el más que vergonzoso espectáculo que últimamente estamos viendo en el seno de la “Unión Europea” con los emigrantes sean estos refugiados políticos o desplazados por cuestiones diversas.

En este aspecto a los europeos y más aún a los españoles se nos olvida que España ha sido hasta hace muy poco y ahora aparece de nuevo con los jóvenes formados, un país de emigrantes, que se vieron y ven obligados como actualmente les ocurre a los sirios, afganos, iraquíes y de otros países africanos y sudamericanos etc., a abandonar el país por causas diversas como la guerra, el hambre y otras.

La pérdida de memoria de nuestros representantes públicos hace en nuestro caso que olvidemos que fueron cientos de miles, incluso millones las personas que se vieron obligadas a emigrar de nuestro país, debido al peligro de muerte, de prisión, represalias, diversas  y necesidades varias y otras.

Y qué decir de la ayuda que recibió Alemania tras la guerra mundial que ellos provocaron. La dichosa, mala memoria que se utiliza cuando conviene.

Nada de esto se tiene ahora en cuenta a la vez que vemos como hombres, mujeres y niños mueren en el mar, en tierra, o son perseguidos, al mismo tiempo que propagamos a los cuatros vientos nuestros sentimientos democráticos, religiosos o sociales.

Vemos también la lección que nos da países de reducido nivel socioeconómico como El Líbano, Jordania, Turquía y otros de similares características, asumiendo millones de refugiados- desplazados por motivos de  guerra o necesidades extremas, mientras que en la “Unión Europea” se discute sin prisa si se acepta entre 100.000 y 150.000 emigrantes. Donde queda la Declaración de los Derechos Humanos.

Todo lo expuesto indica que el camino impuesto en la última década por los defensores del neoliberalismo no es el adecuado, que de esta forma se hace muy difícil continuar.

Considero que las nuevas generaciones cada vez mejor formadas, no van a aceptar que todo siga como hasta ahora viene sucediendo. Que algo tenemos que hacer si queremos que esta situación de abuso y de injusticia contra la mayoría  de las personas termine y pronto podamos volver al lugar que hasta hace poco hemos disfrutado. Esto consiste en hacer posible que se lleve a cabo una más justa distribución de la riqueza que en común generamos, y no solo se beneficie de ello una minoría de privilegiados sin escrúpulos.

De nosotros, de los ciudadanos que sienten y lamentan lo que ahora está ocurriendo, en  parte depende que esto se consiga ¿a dónde va la “Unión Europea” con la actual forma de proceder? Dista mucho de la Europa que impulsaron el Canciller alemán Kohl, el Presidente francés Mitterrand y el Presidente del gobierno de España Felipe González.

Hace ya muchos siglos que los romanos implantaron en el mundo entonces conocido, la sociedad formada por señores, siervos y esclavos. No admitamos que ahora nos la imponga de nuevo en la vieja Europa, los nuevos explotadores más de 2.000 años después.

Juan Coronel Martín