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El pasado día 2 del mes de enero falleció en Madrid, donde residía tras la jubilación cerca de su familia, Manuel López Vega, párroco que fue de Bonares en la década de los años cincuenta del pasado siglo XX.
Manuel López Vega, conocido por nosotros como D. Manuel, realizó en la etapa en la que estuvo en Bonares una amplia y a la vez positiva labor, a pesar de la general carencia de medios entonces existentes.
Las personas de mi generación, entonces niños/as, guardamos un gran recuerdo de él.
A veces entre nosotros recordando su estancia en nuestro pueblo comentamos su amplia dedicación y cariño hacia los niños/as.
También recordamos cuando bajo su dirección, se construyó el campo de fútbol, donde se organizaba el campeonato infantil anual para los niños del municipio, donde se desarrollaba entre los equipos de las distintas calles a través del sistema de copa disputándose los partidos con un balón de cuero que él compraba y que lo obtenía como premio el equipo de la calle que ganara el trofeo, actuando él como árbitro de los partidos.
Así mismo le recordamos, por los juegos como futbolines, tenis de mesa y otros que para los niños tenían en la parte trasera de la Iglesia, además de lo que ahora llamamos “chucherías” que allí siempre tenía.
Otro hecho por el que se le recuerda es que solía siempre llevar bastantes caramelos, algo entonces muy importante para los niños, ya que eran pocos los que se los podían comprar y que él nos regalaba cuando nos cruzábamos por la calle.

Otra de las actividades que el bueno de D. Manuel realizó fue que sabiendo que a los niños nos gustaba mucho el cine, donde solo podíamos ir los domingos por la tarde, y no todos, solo podían hacerlo aquellos que reunieran los 50 céntimos de pesetas (dos reales) como entonces se le decía, decidió comprar un modesto pero a la vez adecuado equipo de cine y proyectar películas por las calles del pueblo, expresando con ello nuestra alegría. Gracias a ello los niños/as podíamos ver el cine gratis.
También llevó a cabo este inquieto emprendedor la creación de grupos de teatro de niños/as, representando las obras que se realizaban.
Al mismo tiempo, instaló una emisora de radio denominada “Radio Bonares”, en la cual se celebraban concursos, reportajes, noticias diarias, información sobre Bonares y otros hechos de interés local.
En diversas ocasiones organizó viajes de grupos de niños/as a la playa de Mazagón para pasar un día en este lugar, siendo para algunos niños/as la primera vez que visitaban este bello lugar.
Durante unos años inició-culminó las campañas de ayuda a las personas más necesitadas, entregándoles a estas alimentos, mantas y otros objetos. En una ocasión hasta regaló a un pobre mendigo que con él se cruzó cuando paseaba por el campo, los pantalones que llevaba puesto.
Siendo yo aún un niño, este buen cura fue trasladado primero a Gibraleón, donde también dejó constancia de su amor al prójimo, de su buen hacer hacia los demás, impulsando desde dicho lugar una Residencia para mayores y un buen número de viviendas sociales.
Desde este lugar gestionó e impulsó la creación de una Residencia para mayores en Punta Umbría. Lugar donde en los últimos años mi esposa y yo le hemos visitado cuando allí en verano estaba de vacaciones con su familia.
Ya en Huelva, desde la Parroquia de los Dolores donde fue destinado, zona esta de muchas carencias, impulsó la creación de instalaciones deportivas, sociales, económicas, etc., construyendo al mismo tiempo un buen número de viviendas sociales.
Esta y otras muchas cosas positivas están en el haber de esta buena persona, la cual ha demostrado de sobra con hechos que están a la vista de todos, cual es el deber de la misión de aquellos que dedican su vida al servicio de los demás, pregonando como D. Manuel ha hecho siempre con el ejemplo, que es como se debe de pregonar.
Descanse en Paz este buen hombre, sintiendo que personas como él, sencilla, amable campechano, emprendedor, etc tenga que marchar de nuestro lado.
Juan Coronel Martín.