Modificación de la Ley Electoral Municipal.
Últimamente estamos viendo como arrecia la campaña mediática puesta en marcha por el Partido Popular a nivel nacional relacionada con su interés en modificar la Ley Electoral Municipal para adaptarla a sus intereses, para por un lado reducir el número de concejales y por otro establecer la elección de los alcaldes en aquellas personas que encabecen la lista más votada aunque ésta no alcance la mayoría suficiente para gobernar.
De entrada cabe decir que esta pretensión de llevarse a cabo hay que calificarla de cacicada.
No es ético que a estas alturas del mandato municipal, cuando sólo faltan unos meses para la celebración de las próximas elecciones, la derecha nacional pretenda modificar las reglas del juego amparándose en su mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados para adaptarlas a su conveniencia electoral.
Si ellos llamaron rodillo-apisonadora las decisiones de la mayoría socialista, me pregunto cómo habría que calificar las medidas que en éste y otros aspectos últimamente vienen adoptando esta derecha con la mayoría que consiguió en 2011 y que parece que ahora, según las encuestas, no tienen.
Cómo es posible que el partido del gobierno a poco de comenzar la precampaña electoral de las municipales pretenda realizar esta arbitraria chapuza política. Qué teme la derecha de nuestro país para estar dispuesta a dar un paso como ese.
En este caso no se trata de una modificación de trámite, se trata simple y llanamente de hacer una maniobra que en principio estiman que les favorece.
Una Ley de esta envergadura que afecta nada más y nada menos que a la representación y elección de los regidores municipales no debe de imponerse como este partido pretende, haciéndolo deprisa y corriendo; eso huele mal.
Es verdad que las leyes, como todo en la vida, con el paso del tiempo necesitan correcciones, adaptaciones, etc, y ésta es posible que también lo necesite, pero no por ello hay que hacerlo de la forma que pretende el Partido Popular.
En este caso para modificar una Ley como ésta es más que conveniente contar con un amplio consenso político para que la nueva Ley sea estable y duradera; de no ser así y nacer con un amplio rechazo es más que probable que tan pronto como haya una mayoría suficiente contraria a ésta, la misma sea derogada y sustituida por otra que cuente con amplio consenso político.
Al mismo tiempo cabe decir que esta Ley que ahora no le gusta a la derecha ha servido para elegir democráticamente a los representantes municipales, respetando con ello la voluntad mayoritaria de los electores españoles.
Con esta forma de actuar se ha buscado y conseguido mayorías estables de gobierno en los ayuntamientos, Mancomunidades y Diputaciones, estableciendo cuando el hecho lo requería coaliciones de gobierno de características diversas, que a nivel general han funcionado, prestando un buen servicio a la población. Destacar también que con esta misma Ley se ha llevado a cabo la positiva transformación, salvo excepciones que las hay, de nuestros pueblos y ciudades, sean estos del color político que sean.
Entonces me pregunto, porqué ahora esta prisa injustificada del Partido Popular para modificar una Ley que ha demostrado de sobra su utilidad.
Deberían explicarnos estos señores con argumentos que lo avale a qué se debe esta incomprensible iniciativa. Los ciudadanos no somos tontos y muchos pensamos que sería una actuación encaminada a mantenerse en el gobierno municipal, allí donde los sondeos les dice que peligra su continuidad.
Como conclusión cabe decir que las mayorías absolutas no deben de adoptar esa clase de decisiones y sí aquellas de interés general que la mayoría de los ciudadanos demandan y vemos como no se atienden.
Ya está bien de decir u ocultar cosas en los programas y campañas electorales para luego hacer lo que quieran.
- Juan Coronel Martín.