Que distintas son las Fiestas Patronales de ahora con las de mi infancia y juventud. Distintas en la forma porque en el fondo siguen siendo iguales. El gran amor que Bonares profesa a la Santa al tenerla como Patrona Excelsa y hacerla partícipe de nuestras alegrías y de nuestras penas, pidiéndole siempre su protección.
Terminada tu Novena, llega el día de la Víspera. Antiguamente, hasta última hora, se estaba terminando el montaje y decoración de las casetas y finalmente, en algunas de ellas, los hombres, en ropa de faena, tomaban algunas copas como compensación al trabajo realizado y a la culminación del mismo. En esas Vísperas no recuerdo la presencia de mujeres adultas ni de jovencitas.
Hoy la Víspera es el primer día de Celebración de las Fiestas: las Autoridades, acompañadas por la Banda Municipal de Música, proceden al encendido del alumbrado, hacen un recorrido por todo el Recinto Ferial, son agasajados en las casetas de Sociedad y en algunas particulares y terminan con unas copas de vino español en la Caseta Municipal.
Mientras, en todas las casetas particulares, sus componentes formados por casi todo el pueblo, celebran el inicio con una cena donde prolifera la amistad, la camaradería, la alegría, el placer de compartir y el deseo de pasar unas agradables fiestas en tu Honor, Santa María Salomé:
De muy pequeños la pasábamos con los padres, sentados en las casetas de la Plaza ahora llamada de España, donde siempre se ha
celebrado esta Fiesta hasta la inauguración del nuevo recinto, o en mesas alrededor del templete central al que llamábamos “Parque”, donde tocaba la Banda de Música y a veces actuaba algún artista.
Recuerdo estas Fiestas de niño, con pantalones cortos pues hasta los doce, trece o catorce años, según la corpulencia o el vello de las piernas de cada cual, no nos poníamos pantalón largo. Casi siempre coincidía con el estreno de un traje o el arreglo de alguno de un hermano mayor. Era lo que se llamaba “El traje de la Santa”. Por la Santa también se estrenaba el abrigo, ya nuevo ya de un arreglo, como el traje, dependiendo de la economía familiar.Ya un poco más mayores, la pandilla de amigos, tomábamos la primera cerveza que nos sabía fatal, igual que los primeros cigarrillos que tanto nos hacían toser y con cuyo consumo, nos creíamos mucho más adultos, pues eso, para nosotros, era cosa de hombres.
Estábamos en La Santa, en nuestras fiestas y había que pasarlo bien y disfrutar.
Teníamos pocos cacharritos para divertirnos : el “tiro pichón”, “las cunitas” y las “voladoras” del Latero, alguna pequeña noria, a veces el “tren de la bruja” y lo que casi nunca faltaba y no lo hay ahora en el nuevo sitio, “EL CIRCO” que se instalaba en lo que ahora es la Plaza de Andalucía y que en aquellos años de penuria y sin televisión era un acontecimiento en el pueblo al que todo el que podía, acudía.
Desde la perspectiva que da la distancia, eran unos modestísimos espectáculos, con pocos y mediocres números siendo los payasos los más aplaudidos por la infancia.
Más tarde aparecieron los “coches topes». Si los niños de ahora comprendieran que con lo que cuesta hoy montarse en tres o cuatro cacharritos pasamos, ya de adolescentes toda La Santa…
En la plaza estaba el fotógrafo con un babi caqui, con una enorme cámara fotográfica de madera sobre un trípode, que te sacaba la foto sobre el caballo de cartón con sombrero mejicano y un revolver en la mano o sacando la cabeza por un agujero que había en un tablero en el que se reproducía una escena marina, amorosa, taurina, etc.
Aunque ya había fotógrafos con cámaras pequeñas incitando a las pandillas y parejas para que posaran, el del babi caqui seguía viniendo. Entre los de cámaras “normales”, recuerdo con cariño a un fotógrafo de la Palma del Condado, sordomudo, siempre vestido con un mono blanco, que era muy afectuoso conmigo porque había sido compañero de mi tío Paulino en un colegio de Sevilla especializado en esta disfunción.
También recuerdo, al principio de la calle Santa María Salomé, entrando por la calle larga, el famoso puesto del turrón, que se quedaba un tiempo después de terminar las fiestas, algún que otro puesto de juguetes más artesanales que los actuales, (recordemos que aún no conocíamos el plástico), el puesto de “calentitos” de Manolita la gitana y de su hermana que duraba abierto todo el año y “La Tómbola” que montaba la Iglesia para sufragar gastos parroquiales.
Ésta consistía en un caseta con mostrador en su frente, donde se almacenaban infinidad de objetos que habían sido donados previamente por la mayoría de los vecinos, donde se vendían unas papeletas herméticamente cerradas, en las que muchas, al abrirlas, invitaban a seguir jugando y algunas traían de premio algún objeto de los expuestos.
Las casetas de baile de los casinos, estaban situadas en los siguientes sitios : el S.U.A. en la calle Nueva, el Centro Benéfico en la calle Santa Justa y El Centro Cultural (Kuki) unas veces en el local que ocupa el Triki, otras donde ahora está el bar Buli y quiero recordar que alguna vez en el lugar que ahora ocupa el Banco Popular.
La Orquesta Molero, la Orquesta Brasil, los Bombines, la que traía como vocalista a Bisbal y tantas otras amenizaron durante años las noches de nuestras Fiestas, mientras la Banda Municipal de Música de la localidad lo hacía durante las mañanas. Tantos recuerdos…,tanta nostalgia…
Y la última noche, los fuegos artificiales en medio de la Plaza terminando con las fuertes explosiones de las tracas frente a la Caseta Municipal, unas veces instalada en la puerta del Triki, no recuerdo si en algún sitio más y últimamente en la puerta de la Plaza de Abastos.
Con este acto terminaban las celebraciones lùdicas, pero la fiesta espiritual continuaba dentro del cuerpo, en el corazón y en el alma del bonariego, que sabía que todavía tendría a La Santa unos días en la iglesia esperando a que la volvieran a subir a su Ermita.
Texto extraído del Pregón en Honor de Santa María Salomé 2012 y cuya lectura corrió a cargo de Don Cristóbal Carrasco Delgado.
- Más Información: Pregón a Santa María Salomé 2012.
La Santa en la Plaza año 1990
Este Vídeo fue realizado por el antiguo Vídeo comunitario de Bonares en las fiestas patronales del año 1990, Bonares Digital lo tenía grabado por casualidad en una cinta VHS y lo he subido a Youtube para recordar como era la Santa en aquellos años.