Año 1914
Careciendo el Cementerio de San Rafael, de las condiciones higiénicas y legales necesarias, por encontrarse cercano a la población, orientado favorablemente a los vientos que más lo combaten y siendo insuficiente la capacidad del mismo para proseguir enterrando en él, nuevos cadáveres y sin faltar al respeto debido a los que fueron y sin poner en inminente peligro la salud del vecindario, la Corporación Municipal decide la construcción de uno nuevo, donde se puedan depositar con holgura los restos mortales, como reclaman los adelantos modernos y la práctica más aconsejable. Su emplazamiento se sitúa en los terrenos de la finca conocida como «Juan Ponce», al oeste de la población, declarándose de utilidad pública los terrenos que haya de ocupar el emplazamiento del nuevo cementerio.
- Bonares digital colaboración de Raúl Delgado.