¿Sabías que?… en 1952.

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Procesión de la Patrona de Bonares 1952, un día despues del suceso.

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… en 1952

El martes día 21 de octubre,( día de la víspera de nuestras Fiestas Patronales), sucedió un hecho que conmocionó a toda la localidad. Eran aproximadamente las seis de la mañana, cuando los vecinos que a esa hora se encontraban la mayoría durmiendo, fueron sorprendidos por una fuerte tormenta de aguaceros y aparato eléctrico, lo que provocó que una chispa eléctrica entrara por la chimenea de una vivienda de la calle Higueral (lugar más alto del pueblo), propiedad del labrador Sebastián Cintado Romero, que en unión de su mujer e hija pequeña se encontraban en la cama.

La chispa avanzó por todo el cableado eléctrico del alumbrado de dicha vivienda, dando un fuerte chispazo en la perilla de la luz de la habitación. Del susto, la esposa de Sebastián, Salomé García, tocó la citada perilla y recibió tan fuerte sacudida a causa del fenómeno que quedó desvanecida, sin conocimiento.

Esa misma chispa saltó a la calle por el mismo conducto y fue a parar al domicilio contiguo, propiedad del labrador Diego Carrasco Martín, el cual se encontraba en aquel momento sentado en una camilla donde había colocado una pequeña luz, que al recibir la sacudida por la corriente, provocó que de la sacudida y la impresión, dicho trabajador, cayera al suelo perdiendo el conocimiento por completo.

Procesión de la Patrona de Bonares 1952, un día despues del suceso.
22 de octubre procesión de la Patrona de Bonares, el día de la víspera ocurrió el suceso.

Se avisó al médico D. Pedro Bueno, con toda urgencia, quien prestó los primeros auxilios a ambos vecinos.

Ni que decir tiene que afortunadamente, no hubo que lamentar percances desagradables personales, únicamente las consecuencias propias de los efectos de exhalación propia de dicho fenómeno eléctrico.

El alumbrado público de la calle Higueral presentó en su mayoría desperfectos, así como muchas de las bombillas de las casas citadas, que han quedado totalmente hechas carbón.

Durante unos momentos y sin luz, el pánico fue alarmante, pero una vez pasada la tormenta, todo quedó despejado por completo.

  • Bonares Digital-Colaboración Raúl Delgado