TRAS LAS ELECCIONES.
Tal y como estaba previsto en Europa hemos celebrado las elecciones al Parlamento Europeo.
A través de los medios de comunicación sabemos, que la participación ha sido baja 43,1% del censo y en nuestro país un poco más, del 45,85%. Hecho este que ya pronosticaba las encuestas publicadas.
También se ha producido una dispersión del apoyo habitual a las grandes formaciones políticas, en beneficio de formaciones menores y nuevas.
Otro hecho que ha tenido lugar ha sido el amplio avance de formaciones extremas o antieuropeas como el Frente Nacional de extrema derecha en Francia, el Partido Popular en Dinamarca, Aurora Dorada en Grecia, el UKIP en Gran Bretaña y otras.
Tras el resultado producido se detecta el rechazo de los electores europeos a la política económica, laboral y social que la “Unión Europea” ha desarrollado y que tanto daño y sufrimiento está generando a la mayor parte de los ciudadanos.
Sin embargo aunque ha quedado claro lo que piensa los europeos, me temo que la baja participación y el resultado producido, no va a valer al menos a corto plazo, para corregir las directrices hasta ahora utilizadas por los que deciden y lo vienen haciendo al margen del Parlamento.
Se habla en estos días que sería bueno que se formara una gran coalición entre los conservadores y los socialistas, lo cual le vendría bien sobre todo a la derecha hasta aquí gobernante en Europa para lavar su nefasta actuación realizada en el mandato finalizado. Y comprometer a los socialistas en su línea de actuación, como ha sucedido en Francia con Hollande con los resultados de todos conocidos.
Otra cosa muy distinta seria que los nuevos dirigentes de la “Unión Europea” a la vista de la grave situación planteada ,el desencanto general existente y el resultado electoral producido, decidieran llevar a cabo una especie de “ Pacto de la Moncloa”, donde participaran todas las formaciones políticas presentes en el Parlamento que se prestaran y se comprometieran a realizar una política distinta a la hasta aquí desarrollada, capaz de recuperar el estado que disponíamos antes de la aparición de la crisis. Las declaraciones pomposas, los parches, mirar para otro lado etc. mientras todo sigue igual o peor de poco sirven.
Los nuevos dirigentes de la “Unión Europea”, ante todo deben de tener presente y asumir que los hemos elegido para que corrijan las dificultades que ahora tenemos planteadas, no para que las mantengan o las amplíen, para eso no les pagamos los buenos salarios que percibirán.
En lo que a España se refiere el resultado electoral está en línea con el general producido, con bajada acusada de las dos grandes partidos el Partido Popular y el P.S.O.E. y alzas y presencia de otras formaciones políticas.
La participación en nuestro país es similar a los demás y la distribución del voto si lo contemplamos ente derecha-conservadores en torno a 5.434.790 y 21 diputados e izquierda-progresista en torno a 8.635,447 y 33 diputados, se inclina hacia la izquierda-progresista, destacando la novedosa presencia de PODEMOS, si bien este sector al estar fragmentado en diversas formaciones su lectura-valoración pasa más desapercibida.
Más cercano a nosotros en Bonares hay que decir que el mayor número de votos ha correspondido al Partido Socialista con 1.240, seguido del Partido Popular con 525, Izquierda Unida con 132, U.P.y D con 101, Partido Andalucista con 64, Podemos 52, E.B con 10 ,Movto Red con 9, Primavera E con 8, CIS con 5. Todo ello con una participación del 52,74 % menor que las europeas de 2.009.
En fin ahí están los resultados y ahora nos toca exigirles a nuestros representantes europeos, que actúen sin demora, ya que son muchos millones de ciudadanos los que esperan de ellos que cumplan sus compromisos con los electores.
Aun estando como estamos, si se quiere, se está a tiempo de tomar medidas razonables y adecuadas. Si no lo hacen que no se extrañe la actual élite dirigente que el descontento y la desesperación siga creciendo hasta límites extremos, pudiendo producir un estallido social de imprevisibles consecuencias de la que ellos serían los responsables.
-
Juan Coronel Martín