Después de casi 63 años de trabajo a sus espaldas, Vicente Domínguez ha decidido que ya es hora de dejar a un lado las labores del campo y disfrutar de un más que merecido descanso. A sus 69 años, este veterano socio de Bonafru, que empezó a trabajar cuando apenas tenía seis debido “a que entonces había necesidad y teníamos que trabajar todos para ayudar en casa”, por fin colgará la azada, haciendo símil futbolístico.
Vicente Domínguez ha enseñado a su hijo y a su nieto todo lo que sabe sobre el campo para legarles sus tierras.
Pero sus tierras de la finca ‘El Llano’ tienen el futuro asegurado. Su hijo Vicente, que lleva casi 20 años trabajando a su lado, y su nieto Samuel, que precisamente se acaba de incorporar al negocio familiar, recogen el testigo de un hombre que, como él mismo indica, lleva “toda la vida trabajando”.
En las 12 hectáreas de extensión de ‘Los Llanos’ se cultivan fresas, frambuesas y arándanos, y en el momento de mayor apogeo de la campaña llegan a contratar hasta 30 jornaleros. Sin duda, tanto Vicente hijo como Samuel recogen un excelente legado fruto del esfuerzo de toda una vida de dedicación.
Vicente hijo y Samuel aseguran que “es todo un orgullo” continuar con la labor de su padre y su abuelo.
La larga vida profesional de Vicente ha estado casi siempre ligada al campo, aunque con 17 años emigró a Bilbao, donde pasó algún tiempo como repartidor de cerveza e incluso tuvo un bar. Allá por 1989 Vicente comenzó a cultivar la fresa y, a día de hoy, a punto de cesar su actividad en el campo, deja “todo esto en manos de mi hijo, que lleva mucho tiempo ya conmigo, y de mi nieto, que con sólo 20 años ya ha querido dedicarse al campo”.
Vicente reconoce que “es un trabajo muy duro que requiere de mucho esfuerzo y dedicación”. Ahora la responsabilidad recae sobre Vicente hijo, que a sus 43 años se ha convertido en todo un experto gracias a las enseñanzas de su padre. Unos conocimientos que intentará inculcar a Samuel para que el día de mañana sea él quien continúe la saga.