‘Vivir y sentir el flamenco’ – CEI Babel (Bonares, Huelva)

(XI Edición de los premios El Flamenco en el Aula) Reconocimiento de experiencias y buenas prácticas docentes.

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El arte se aprende desde la cuna. En el Centro de Educación Infantil Babel, de Bonares, el proyecto Vivir y sentir el flamenco ha integrado este patrimonio cultural en la vida cotidiana del alumnado de 0 a 3 años, convirtiéndolo en un eje vertebrador de la identidad andaluza desde las primeras edades.

Su coordinadora, Rocío Vega Pérez, ha diseñado una propuesta educativa innovadora y profundamente emocional basada en el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). A través de celebraciones locales como las Cruces, el Romero o las fiestas patronales, el flamenco se convierte en vehículo para desarrollar competencias clave: conciencia cultural, expresión emocional, lenguaje, convivencia e inclusión.

Los niños y niñas del CEI Babel aprenden a reconocer y expresar emociones mediante el cante, el baile y la percusión corporal, explorando palos flamencos adaptados a su edad. La música y el movimiento se integran en la rutina diaria, estimulando el desarrollo sensorial y la comunicación temprana.

El proyecto destaca también por la implicación familiar y comunitaria: las familias participan en talleres, celebraciones y actividades intergeneracionales, convirtiendo la escuela en un espacio donde la cultura se comparte y se vive. Así, el flamenco se transforma en una herramienta de coeducación, identidad y convivencia, con un enfoque inclusivo que pone en valor las raíces del municipio y el papel de la comunidad educativa en la transmisión del patrimonio.

El flamenco que educa, incluye y transforma

El flamenco no solo es arte: es una forma de educar, de incluir y de transformar la mirada del alumnado hacia la cultura y la diversidad. Así lo demuestran los tres proyectos galardonados en la Modalidad B de los XI Premios Flamenco en el Aula, convocados por la Dirección General de Innovación y Formación del Profesorado. Tres experiencias que, desde contextos muy diferentes «educación infantil, educación especial y enseñanza reglada», evidencian que el flamenco puede ser un camino hacia la igualdad, la emoción y la ciudadanía activa.

El flamenco como motor de cambio educativo

Los tres proyectos premiados comparten una visión común: el flamenco como herramienta pedagógica global, capaz de educar en valores, despertar emociones y construir comunidad. Desde la primera infancia hasta la educación especial, desde la inclusión sensorial hasta la acción social, el arte andaluz se reafirma como un recurso educativo de enorme potencial.

Estas buenas prácticas evidencian que la inclusión del flamenco en el sistema educativo no se limita a conocer sus palos o figuras emblemáticas, sino a vivirlo como una forma de aprender y convivir. El flamenco, en sus múltiples manifestaciones, se convierte en un lenguaje que une generaciones, rompe barreras y educa en la diversidad.

Los ‘Premios Flamenco en el Aula’ reconocen así la creatividad, la sensibilidad y el compromiso del profesorado andaluz, que sigue demostrando que el arte -cuando entra en la escuela- tiene el poder de transformar la educación.